A muchos bebés les encanta que los carguen en un rebozo o una cangurera porque están cerquita de su mamá y se sienten calentitos y seguros. Y tener a tu bebé cerca también tiene beneficios para ti. Pero debes tomar algunas precauciones para que tu bebé esté seguro.

 


1. Lee las instrucciones

Muchas cangureras (sling en inglés) y otros cargadores para bebé vienen con instrucciones detalladas sobre cómo usarlos. Léelas detenidamente y, si no estás segura de cómo usarlos, o te sientes incómoda, acude al fabricante o a la tienda donde lo compraste para pedir consejo.

2. Asegúrate de que tu bebé puede respirar bien

No permitas que la cabeza y la cara de tu bebé queden cubiertas con la tela de la cangurera. Asegúrate de que tenga espacio para que entre el aire. Si mantienes su rosto a la vista podrás revisarlo fácilmente y con frecuencia. 
Fíjate en que no esté con la barbilla apoyada sobre tu pecho. Esta posición puede limitar la respiración de tu bebé. Su cabeza debería tener un buen apoyo y su espalda debería estar recta.

3. Mantenlo cerca de ti

Una cangurera o rebozo bien usados mantienen al bebé a la misma distancia que cuando lo cargas en tus propios brazos. Debería estar pegadito a tu pecho y su cabeza bastante cerca de tu cara, de modo que te quede a la distancia apropiada para darle un beso.

4. Revisa tu cangurera con frecuencia

La cangurera, cargador o rebozo debe darle un apoyo seguro a tu bebé. Si lleva cintas, hebillas o cinturones, dales unos buenos estirones para asegurarte de que están en buen estado y funcionan bien.

5. Evita el exceso de calor

Como tu bebé estará acurrucado junto a tu cuerpo en su rebozo o cargador, puede calentarse en exceso o incluso deshidratarse. Así que vigila su temperatura con frecuencia y quítale ropa si es necesario para que esté cómodo.

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